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Después de más de 30 años probando genéticas de todo tipo, puedo decir sin exagerar que Desfrán de Dutch Passion es una de las sativas puras más intensas que he cultivado en casa. Esta joya genética, con raíces sudamericanas (una mezcla de Destroyer y otras sativas clásicas), es una bestia en todos los sentidos.
Desde el primer brote, su vigor vegetativo me dejó impresionado. Si tienes espacio en vertical y una buena lámpara, en interior te puede dar resultados de campeonato. En exterior, ni hablar: se dispara como un cohete y puede alcanzar alturas sorprendentes.
El aroma es muy especial. Frutal, dulce, con notas a pera verde y un toque terroso que la hace única. Pero lo mejor es su efecto: una subida cerebral tan intensa como duradera, ideal para actividades creativas, sociales o simplemente perderte en tu mundo.
Cultivarla requiere algo de experiencia: como buena sativa, puede estirarse mucho, así que el control del crecimiento es clave. Pero si sabes llevarla, los resultados son de otro nivel.
Si estás buscando una variedad con alto THC, efectos estimulantes y una floración que vale cada semana de espera, te recomiendo al 100% Desfrán Dutch Passion Seeds. No es para novatos… ¡pero sí para amantes de lo potente! |
